Las Danza de los Orixás
La comunicación con los dioses a través de la danza.
La danza sagrada de los Orixás
De origen africano, tomando como canal al candomblé y la umbanda, surge un baile fascinante, ancestral, sensual y guerrero; la danza de los Orixás.
Con sus propios colores, metales, alimentos, dominios, saludos y danzas; los Orixás habitan la cultura brasileña desde los tiempos de la colonización.
Están presentes en todas las artes y de manera notable en la samba, el símbolo más internacional de “brasilidad”.
Danza de Exú
Bravun es un ritmo de origen keto que se toca en la danza de los exús, los espíritus que dominan los ensanches de las calles y las encrucijadas. Ellos son los encargados de abrir los caminos.
Sus colores son rojo y negro. Sus animales: gallo, carnero y perro. El bronce es el metal de los exús y “Laro ie”, su saludo.
Mensajero por excelencia, Exú se presenta con una danza serpenteante y llevando las manos del cielo (orun) a la tierra (ayé), estableciendo así, una conexión entre ambos.
Danza de Ogum
Ogum como buen guerrero, utiliza un bravun muy acelerado a la hora de ejecutar sus movimientos.
Su misión es la despejar enemigos de los caminos abiertos por Exú. Misión que refleja en su enérgico baile.
Su danza es agitada y transcurre en todas las direcciones. Con los brazos moviéndose para arriba, al frente y en horizontal, simula el blandir de la espada, y la defensa a través de un escudo imaginario, acciones típicas de su esencia guerrera.
El hierro es su metal. Se alimenta de varias carnes, en especial la gallina. Se identifica con el azul y el verde. Su día de la semana es el miércoles, se le saluda con:«Ogum ie”.
Danza de Oxóssi
Oxóssi se manifiesta con el ritmo aguerê. Dueño de la floresta, su color es el verde y su saludo «Okê» o «Okê arô». El bronce es su metal y se le ofrecen gallos u otros animales de caza, su dominio es la luna.
La danza de Oxóssi posee una belleza especial. Se compone de rápidas fugas y persecuciones, y se simula la esquiva de obstáculos de un lado a otro del espacio.
El cuerpo se contorsiona, va hacia abajo, para, observa y retoma el ritmo anterior.
Cuando quien baila para él no tiene el arco y la flecha, símbolos de Oxóssi; estira el pulgar e índice de la mano derecha formando un ángulo recto y el índice estirado de la mano izquierda toca la falange del pulgar derecho simulando un arco engatillado.
Danza de Iemanjá
Dueña de las aguas saladas, se le debe buscar en el mar y en la cresta de las olas al chocar contra las rocas. Su día de la semana es el sábado, azul y blanco sus colores, y su saludo: “Odoyá”.
La danza de la diosa del mar representa el movimiento de los peces y del océano con sus olas, y mareas. Con las manos se imitan las olas y los brazos simulan estar remando.
Iemanjá comienza a bailar suavemente, con el cuerpo curvado hacia el frente y con pasos hacia delante, y hacia atrás. Su danza acaba con giros que simulan remolinos, sacudiendo su falda con la furia del viento agitado por la tormenta.
Danza de Oxum
La nación ijexá presta su nombre a un ritmo sincopado y a la danza que de ella proviene. Se utiliza en las coreografía de algunos orixás como Oxum. El dominio de Oxum se encuentra en los ríos y cascadas, sus colores: oro y amarillo. Se le ofrendan cabras y gallinas. Su saludo: «Ora iê iê ô».
Oxum tiene una danza lenta y delicada. Los brazos dirigen el ritmo del cuerpo simulando que están remando y este movimiento llega hasta los hombros de forma sensual.
Orixá seductora y de gran belleza, también baila sujetándose el dobladillo de la falda y mirando hacia el agua buscando su reflejo en el río.
Danza de Oxumaré
Huntó y batá son toques que se utilizan en la danza de Oxumaré. Su dominio se encuentra en los siete colores del arcoiris. El gallo o carnero se le sirven como ofrenda y su saludo es “Arroboboi».
Oxumaré ejecuta una de las danzas más sinuosas, muy parecida al movimiento de las serpientes.
Danza de Ossanha
Con pasos semicirculares, la pierna derecha delante de la izquierda y arrastrando la planta de los pies de un lado a otro; la danza de Ossanha también se baila al ritmo del ijexá.
Al dominar las hierbas medicinales, mueve los brazos y manos en varias direcciones como si estuviera diseminando hojas y raíces curativas.
Se le saluda con: «Euê-o», su color naranja clarito y su metal, el hierro.
Danza de Omulú / Obaluaê
Los dominios de Omulú / Obaluaê son el sol y la tierra, a la vez que cura las enfermedades de la piel. Sus colores son blanco y rojo, sus animales: gallo, cerdo y carnero; su saludo: «Atotô».
Opanijé es la coreografia. La danza de Obaluaê se realiza con tres pasos a un lado y los brazos levantados hacia el cielo, el movimiento se repite al otro lado y acaba con tres pasos al frente.
Danza de Xangô
Alujá es la danza de Xangô, la más viril y agresiva de todas las coreografías de los santos africanos. Señor del rayo, el fuego y la justicia, utiliza el negro, el rojo y a veces el marrón. El cobre es su metal y sus alimentos: carnero y gallo. Su saludo: “Kaô-Kabiecilê”.
Como guerrero, su danza está dominada por la simulación de los golpes del hacha doble. A veces rasga el espacio y otras, cruza su arma con un contrincante imaginario.
De forma impetuosa y ocupando todo el espacio, adelanta una pierna mientras impulsa el cuerpo en la misma dirección. Es una danza que requiere gran vigor físico.
Danza de Oxalá
El igbin tiene dos vertientes ya que el propio Oxalá se divide. Cuando se presenta como Oxaguian, su coreografía es más vibrante y se ejecuta con pasos muy cortos hacia la derecha e izquierda, al tiempo que los brazos se mueven para arriba elevando su espada al cielo.
Como Oxalufã (el Oxalá más viejo), tanto la danza como la postura del cuerpo se arquean. Con la seguridad que le da el opaxoro (cayado), se puede decir que prácticamente camina, paso a paso y con intervalos donde vibra de la cabeza a los pies.
Es considerado como el mayor de los Orixás, el creador. Respetado por todos los orixás, a Oxalá pertenecen los ojos que todo lo ven. Su color es el blanco, su saludo: «Epaó».
Danza de Iansã
Iansã, cuyos colores son rojo y rosa, también utiliza el ritmo de aguerê. Su metal es el cobre. Domina los vientos, los rayos y las tempestades. La cabra y la gallina son sus animales predilectos. «Eparrei», es su saludo.
Además de las fugas y persecuciones propias de Oxóssi, la danza de Iansã tiene como característica femenina el entrelazado de los brazos.
Una ondulación fluctuante de las manos que se realiza con los brazos en alto y un látigo de cola de caballo. Ese movimiento se conoce comúnmente como quebra-pratos y desata el iruechim.
El iruechim es una invocación a los eguns (espíritus de los muertos) que simboliza el fin de la vida física y su paso a otro estadio.
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