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La importancia del ejercicio a partir de los 60 años

Beneficios del ejercicio físico para las personas mayores.

La importancia del ejercicio a partir de los 60 años

El ejercicio a partir de los 60 años

La edad no debe ser una barrera para llevar una vida activa y saludable.

De hecho, a medida que envejecemos, la actividad física se convierte en una parte necesaria dentro de nuestro estilo de vida.

A partir de los 60 años, el cuerpo experimenta una serie de cambios que pueden afectar negativamente la salud si no se mantienen bajo control.

Sin embargo, el ejercicio regular puede ayudar a prevenir y mejorar muchos de estos problemas de salud.

Beneficios del ejercicio físico para las personas mayores

Fortalecimiento de los músculos y los huesos

El envejecimiento se asocia con una pérdida de masa muscular y ósea, lo que puede aumentar el riesgo de caídas y fracturas.

Sin embargo, la práctica regular de ejercicio fortalece los músculos y los huesos, reduciendo así el riesgo de lesiones.

Mejora del equilibrio y la coordinación

La pérdida de equilibrio y coordinación es común en las personas mayores.

La actividad física, especialmente aquella que enfatiza el equilibrio y la coordinación, ayuda a mejorar estas habilidades y reducir el riesgo de caídas.

Control del peso

A medida que nos hacemos mayores, el metabolismo se ralentiza y el cuerpo tiende a almacenar más grasa.

Un estilo de vida activo ayuda a quemar calorías y mantener un peso saludable, que a su vez reduce el riesgo de padecer enfermedades.

El ejercicio físico es una parte importante de un estilo de vida saludable a cualquier edad, pero especialmente a partir de los 60 años.

Los beneficios del ejercicio para la salud incluyen:

• La mejora de la fuerza muscular y ósea, el equilibrio y la coordinación.

•El control del peso y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas, son especialmente importantes en la vejez.

Mejora de la salud mental

El ejercicio regular se ha asociado con una reducción del estrés, la ansiedad y la depresión.

Además, puede mejorar la memoria y la función cognitiva en general, lo que ayuda a prevenir o retrasar la aparición de trastornos cognitivos como el Alzheimer.

Reducción del riesgo de enfermedades crónicas

El ejercicio regular disminuye el riesgo de padecer muchas enfermedades crónicas: diabetes, enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, osteoporosis…

Mejora la calidad y la capacidad para realizar actividades cotidianas.

Consejos prácticos para comenzar a hacer ejercicio

Es importante empezar poco a poco y aumentar gradualmente la intensidad y duración del ejercicio.

El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a la actividad física y no se debe esperar que sea capaz de hacer mucho de inmediato.

Comience con actividades de baja intensidad y aumente el tiempo y la intensidad a medida que su cuerpo se adapte.

La pérdida de equilibrio y coordinación es común en las personas mayores.

Por ello, es importante incluir ejercicios que mejoren estas habilidades. Los ejercicios de equilibrio sobre una pierna pueden ser un buen ejemplo.

Si tienes limitaciones físicas, como artritis o dolor en las articulaciones, puedes hacer gimnasia.

Hay muchos ejercicios de bajo impacto que pueden ser beneficiosos.